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Tu nivel de vida depende de tu capacidad de ahorro y la manera de gestionar tus finanzas. Descubre la regla 50-30-20 para no llevarte sustos a fin de mes.
Si cuando cobras la nómina vas gastando dinero hasta que se te acaba, sentimos decirte que no es el método más adecuado para gestionar tus finanzas. ¿Quieres una fórmula fiable para ahorrar y no llevarte un susto a final de mes? ¡Te la contamos!
La regla 50-30-20: una buena fórmula para ahorrar
No se trata de gastarte dinero como loco, ni tampoco de ahorrar hasta el último céntimo de lo que ganas. Lo ideal es llegar a un término medio que te permita vivir sin problemas y de paso tener algo de dinero guardado para hacer frente a un gasto inesperado. Si estás pensado que el ahorro no es lo tuyo, apunta en rojo en tu agenda: regla 50-30-20.
¿En qué consiste esta regla 50-30-20? ¡Es muy fácil! Coge tus ingresos mensuales y divide la cantidad en tres porcentajes:
- El 50 % debe ir destinado a cubrir tus necesidades básicas: pagar la hipoteca o el alquiler, los gastos fijos (agua, luz, comunidad de vecinos…), comida o transporte.
- El 20 % tiene que estar destinado al ahorro. Aparta este dinero al principio del mes. ¡Como si no existiera! Es la cantidad que te permitirá tener un colchón económico.
- El 30 % destínalo a esos otros gastos prescindibles pero que te permiten darte un respiro o un capricho: cine, restaurantes, una escapada de fin de semana o una cervecita con los amigos.
Cómo calcular tu capacidad de ahorro
¿Gastas menos de lo que ingresas? Entonces tienes capacidad de ahorro. Sí, no hace falta que lo digas: ahorrar es complicado, sobre todo si tus ingresos son ajustados. Pero si te organizas, lo puedes lograr.
Lo primero es calcular tu capacidad de ahorro. Lo puedes hacer en cinco sencillos pasos:
- Revisa tus gastos para establecer un plan inicial.
- Si tienes superávit, puedes ahorrar. Pero si tienes déficit no todo está perdido. Revisa tus gastos, tanto fijos como variables, y determina cuáles puedes eliminar.
- Haz un repaso de tus “gastos hormiga”. Son esos pequeños pagos que aparentemente no tienen importancia porque comprenden una pequeña cantidad de dinero, pero que sumados a lo largo del mes afectan a tu solvencia económica. Como ese café que te tomas en el bar de la esquina según sales de casa para ir al trabajo.
- Ahora que tienes claro tu presupuesto mensual, elige una fórmula para ahorrar. Para esto te recomendamos apoyarte en calculadoras online como Moneyfit, con las que puedes organizar fácilmente tus gastos según tipo (capricho o necesidad) y ver cuánto ahorras cada mes basándote en tus ingresos netos. O si quieres ir un paso más allá, siempre puedes usar Microsoft Excel, Google sheet o Apple numbers para una revisión más exhaustiva.
- 5. Sé constante. De nada vale el ahorro en un mes, si al siguiente no eres capaz de controlar tus gastos.
¿Invertir para mejorar tu nivel de vida?
A lo mejor piensas que invertir es una cosa de ricos. ¡Nada más lejos de la realidad! Puedes realizar inversiones independientemente de tu nivel económico, siempre y cuando lo hagas con cabeza y en fórmulas adaptadas a tus posibilidades. Además, es una magnífica forma de ahorrar y mejorar tu nivel de vida.
Realizando inversiones mantienes el valor del dinero y aumentas tu patrimonio. Pero tienes que determinar el riesgo que quieres asumir. Cuanto más riesgo, mayores posibilidades de alcanzar mejores rendimientos y conseguir un incremento considerable de tu nivel de vida, pero también de sufrir un varapalo económico. Por eso, si no tienes muchos conocimientos acerca de inversiones, no actúes a lo loco y asesórate con un profesional. ¡No queremos que te dé un paro cardíaco a las primeras de cambio!
Objetivo: aumentar tu calidad de vida
Que ahorrar tiene una relación directa con tu calidad de vida nadie lo discute. Piensa cuál es tu sueño. Quizá independizarte para no estar oyendo todo el día eso de… ¿pero vas a salir a estas horas? Tal vez comprarte una moto que te permita hacer escapadas de fin de semana sintiendo el viento en la cara. Quizá marcharte a estudiar al extranjero o montar ese negocio que lleva meses rondándote la cabeza. O muchas otras cosas, claro, hay tantos sueños como personas.
Todos estos planes tienen una cosa en común: tienen un coste económico. Si te da pereza empezar a ahorrar porque piensas que en el proceso vas a perder calidad de vida, lo que tienes que hacer es informarte bien de cuál es la fórmula más adecuada para hacerlo sin mucho esfuerzo. Te proponemos nuestros productos de ahorro personal, que estarán a la altura de tus expectativas.
¿El dinero da la felicidad?
Quizá hayas pensado alguna vez que el dinero da la felicidad. El dicho popular dice que no, pero que ayuda a conseguirla. Para muchas personas, el dinero es un elemento imprescindible para sentirse realizado, mientras que otras piensan que solo aporta tranquilidad.
Cuando se reflexiona acerca de si el dinero da la felicidad, se suele poner de ejemplo a países aparentemente menos favorecidos, como Bután o Costa Rica, que sin embargo ocupan las más altas posiciones en los rankings que miden la felicidad de la población. Un móvil de última generación, un restaurante con estrellas Michelin, un viaje a un destino exótico, ¿nos hacen más felices? ¡Ya tienes un tema de debate para tus sobremesas familiares!
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