- 4 min de lectura
¿Qué llevar a un pícnic para tener éxito? Te ayudamos a organizar un pícnic de película dependiendo de la ocasión.
Organizar un pícnic es un fantástico recurso para quedar con amigos y familia cuando la lluvia y el frío nos lo permiten. No tendremos problemas de espacio, gusta a grandes y pequeños, y se puede adaptar con facilidad en función de los gustos y necesidades de cada uno.
Pero ¿sabías que este divertido plan al aire libre tiene una tradición milenaria a sus espaldas? Su origen se remonta a una práctica especialmente extendida entre la aristocracia de los siglos XVIII y XIX, quien organizaba suculentos banquetes en bosques y jardines al más puro estilo de la serie Los Bridgerton.
Su democratización llegó tras la Revolución Francesa. Fue entonces cuando el pueblo “llano” comenzó a reunirse en los parques reales del país. Y así se fue extendiendo y evolucionando hasta nuestros días.
Te proponemos ideas de pícnic dependiendo de la ocasión y, sobre todo, de tu forma de ser. Además, casi todas ellas muy aplicables para hacer un plan con niños.
Los más detallistas. Deja volar la imaginación
Si eres de los que disfrutan casi más preparando las cosas que en el momento de realizarlas, estás de enhorabuena. Organizar un pícnic puede ocuparte todo el tiempo que quieras y dará cabida a todos los detalles que seas capaz de imaginar. Desde la selección de la ubicación al menú. La cesta, el mantel, unos cojines, algunas flores o, incluso, luces, serán tus básicos. Seguro que consigues un gran reportaje fotográfico para colgar en tu perfil de Instagram.
Los colaborativos, con algo de orden y mando
Para deleitarse de un buen almuerzo con amigos o un plan con niños en el campo no hay porqué pegarse la currada padre. Ser organizado te bastará para repartir el trabajo entre todos. Eso sí, intenta ser equitativo, que ya sabemos lo que pasa si a Juan le ha tocado hacer cuatro tortillas de patatas y Marta solo pone las aceitunas. Para este tipo de pícnic es esencial elaborar una lista detallada de todo lo que vamos a llevar. Desde la comida al abrebotellas. ¡Que nos conocemos y luego no es culpa de nadie que no tengamos ni navaja para cortar la empanada!
Love is in the air, puedes demostrarlo con un día especial
No hace falta que sea San Valentín para sorprender a tu pareja. Una mantita, unos quesos con algo de pan y un buen vino te pueden bastar para preparar un romántico pícnic en un lugar que consideres mágico. Puede ser un parque, una idílica playa o un rincón especial de tu ciudad. Selecciona la música adecuada y disfrutad del momento. Una de las escenas más idílicas que podemos imaginar para una proposición romanticona.
Entregados a la causa, que también los hay
Los más profesionales de la sala seguro que ya cuentan con la infraestructura necesaria para un gran despliegue dominguero. Sillas, mesas plegables y hasta barbacoa. Sí, las barbacoas están permitidas en algunos emplazamientos preparados especialmente para no incendiar el monte entero. Allí podrás degustar un chuletón o unas verduritas a la parrilla. Ideas de pícnic solo aptas en lugares autorizados! Eso sí, vas a necesitar de un buen maletero para poder transportar todo. Aunque siempre hay a quien le gusta eso de ir como sardinas en lata.
Mejor solo que mal acompañado
Hace un día espectacular y no tienes plan, no mires atrás y date un homenaje. ¿Qué llevar de pícnic? Puedes prepararte lo que más te guste con la ventaja de no tener que compartir con nadie. Todo el jamón o tus sándwiches preferidos enteritos para ti. Recuerda llevarte un libro y recréate en la mejor de las compañías, la tuya propia. El silencio es muchas veces un gran amigo. Además, si te apetece, siempre estará la posibilidad de unirte a participar de algún grupo que encuentres por el camino.
Los rematadamente perezosos tampoco tienen excusa
Lo importante es pasar un buen rato entre amigos o en familia. La comida y el atrezo están sobrevalorado para muchos. Este plan al aire libre puede simplificarse todo lo que uno quiera. Vamos, tan sencillo como encargar unas pizzas y dejarte llevar. Para los más sibaritas, hay diferentes empresas que te organizan una cesta repleta de delicatessen para que no tengas que mover ni un dedo. Bueno sí, para pagar con la tarjeta de crédito.
Imprescindibles. Seas como seas...
Pues sí, aunque hemos adaptado el plan a diferentes perfiles, hay ciertas cosas que son básicas a la hora de organizar un pícnic. No pases por alto ninguna de ellas.
- Comprueba el tiempo. No hace falta que luzca el sol ni que haga una determinada temperatura, pero los días de lluvia no son los más recomendados para hacer planes al aire libre.
- Elige un momento del día. Solemos pensar en un almuerzo, pero dependiendo de la estación del año y de nuestras intenciones, un desayuno, una merienda o hasta una cena pueden ser también muy buenas opciones.
- Concreta la localización. Una escapada a la montaña, un día de playa, cualquier parque de la ciudad. Todo vale, pero tenlo claro para evitar dar vueltas de un lado a otro.
¿Qué llevar de pícnic, sí o sí? Sea un plan con niños o con amigos...
- Comida. Desde la típica tortilla de patatas con algo de embutido a una apetecible tabla de quesos, unas ensaladas o unos pequeños canapés. No hay límites, aunque cuanto más fácil sean de comer, mejor. Recuerda adaptarla al momento del día escogido.
- Bebida. Si no quieres morir deshidratado acuérdate de meter algo de bebida en el petate o mejor aún, en una neverita donde se mantenga fresca. ¡Lo agradecerás!
- Mantel, mantita o similares. Que luego nadie quiere poner el “cucu” en el suelo y la comida siempre estará mejor sobre alguna superficie. ¡Truco! Hay algunas mantas impermeables que resultan geniales si el campo o la arena están algo húmedas.
- Utensilios varios. Una bolsa de basura (fundamental dejar todo limpio), servilletas, platos y algún cubierto (dependiendo de la comida), vasos, una gorra y protección solar.
La organización es un factor clave para evitar imprevistos y saber qué llevar a un pícnic, ssea cual sea tu personalidad. Para controlar los imprevistos, en la medida de lo posible, asegúrate de tener un seguro de accidentes capaz para chafarte el día lo menos posible en caso de accidente. Como se suele decir, hombre (o mujer) prevenido, vale por dos.
Más artículos sobre: