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Parece inevitable. Los grandes desembolsos conllevan un tiempo de recuperación. Ocurre después de las Navidades con la famosa cuesta de enero y, sin comerlo ni beberlo, reaparece tras el verano y la temida vuelta de las vacaciones con la cuesta de septiembre que, además, este año pinta aún más empinada de lo habitual.
Abróchense los cinturones porque, aparte de una considerable pendiente, vienen curvas. ¡Qué le vamos a hacer! Ya sabemos que la inflación está como está y que los tipos de interés han comenzado su escalada, por no hablar de la que tenemos montada con la energía (y ahora sí, “winter is coming”). Si adicionalmente este verano lo hemos dado todo durante las vacaciones y hemos tenido que hacer frente a los diferentes gastos de la vuelta al cole, nuestra economía estará hecha trizas. Pero para eso estamos aquí, para traerte posibles soluciones para poner en orden las finanzas familiares. Algunas las podrás poner en práctica ya y otras te vendrán bien para tenerlas en cuenta a futuro. ¡Allá vamos!
Un poquito de previsión, que no se trata de imprevistos
¿Que podemos encontrarnos con algún imprevisto como la avería del coche durante el viaje de vuelta?, podemos. Sin embargo, la mayoría de los gastos que nos esperan en septiembre al llegar a casa son recurrentes y muy previsibles.
Uniformes, libros de texto, material escolar, matrículas de extraescolares, gimnasios y demás actividades... son una pasta, lo son. Pero no nos engañemos, sabíamos que estarían ahí antes de irnos a la playa. Así que un poquito de por favor y más organización en nuestras previsiones. Si hacemos un presupuesto anual, todo esto debería estar contemplado y controlado.
Descarga una app de gastos, un Pepito Grillo muy eficaz para gastar menos
Puede que no seas contable y que solo con pensar en abrir una hoja de Excel te entren sudores fríos, pero hoy en día las “stores” de los dispositivos móviles tienen cantidad de aplicaciones con versiones gratuitas para anotar los gastos de forma sencilla. Además, como siempre llevas el móvil encima, te resultará más fácil hacerlo en el momento y no olvidar ni un céntimo. Para conseguir ahorrar en septiembre, cada detalle cuenta.
¿Para qué sirve esto? Es una forma muy eficaz de controlar lo que gastas. Te ayudará a planificar el presupuesto anual, revisar cuentas y, aunque no lo creas, a gastar menos, evitando el síndrome del desorden financiero. Ya verás cómo te lo piensas dos veces antes de derrochar con caprichos impulsivos e innecesarios.
En la vuelta al cole, todo suma (y resta)
Uno de los mayores gastos de las familias en septiembre es la vuelta al cole. Entendemos que es una partida imprescindible, pero también te decimos que es reducible. Te damos algunos consejos para conseguirlo.
- Revisa lo que tienes en casa. Antes de nada, saca todo lo que hay en los armarios y cajones para comprobar los que aún se puede seguir usando. Las finanzas familiares y el medioambiente agradecerán que reutilices el material y la ropa que todavía esté en buen estado.
- Prepara una lista de la compra y cíñete a ella. Esto es como cuando vamos al supermercado: tener apuntado lo que realmente necesitamos, y no salirnos de ahí, es la fórmula mágica para gastar menos.
- Atención a las ofertas. Quienes lo organizan con antelación suelen beneficiarse de descuentos muy favorables. Afina el olfato y conviértete en todo un cazador de gangas.
- Un “viva” a la segunda mano. El universo de la segunda mano tiene un sinfín de oportunidades: uniformes, libros de texto, abrigos y todo lo que puedas imaginar para equipar a los pequeños.
- Solicitar becas y ayudas públicas o privadas. Muchas localidades hacen la vuelta de las vacaciones algo más llevadera con ayudas a la escolarización o a la compra del material escolar. ¡Que no se te pase el plazo! Y atención también en aquellas empresas que cuenten con algún tipo de subvención para sus trabajadores.
Cambio de hábitos, es el momento
Con la nevera vacía y todo el curso escolar por delante, puede ser un buen momento para replantearse los hábitos. Aprovecha para comprar lo que te sienta bien y es realmente necesario. Deja fuera del carro todos esos caprichos que no aportan nada ni nutritiva ni financieramente hablando. Ya verás cómo consigues equilibrar un poco más la cesta de la compra que tanto ha subido últimamente.
Este consejo se puede aplicar a muchos otros ámbitos de la vida. Durante unos meses, prueba a reducir gastos superfluos como salidas, televisión o incluso teléfono. Toma la vuelta de las vacaciones como punto de partida para revisar o comenzar tu propio presupuesto anual y consigue sobrellevar mucho mejor la cuesta de septiembre.
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