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Ganazas de buen tiempo, de planificar escapadas a la playa y de que empiece la temporada de barbacoas, pero ¡qué perecita da el cambio de armario!
Si estás deseando sacar la ropa de verano para lucir nuevos modelitos, pero lo de guardar la ropa de invierno se te hace bola, es porque, hasta la fecha, no habíamos compartido nuestras mejores recomendaciones. ¡Presta atención! Ya verás como, combinadas con algunos de los mantras de Marie Kondo, conseguimos que el cambio de armario deje de ser un suplicio.
Busca hueco en la agenda
Entendemos que no es el planazo del momento, o sí, eso lo sabrás después de seguir los tips de este artículo 😉 Lo que sí te aseguramos de todas, todas, es que se necesita tiempo. Así que, tira de agenda y planifica cuándo te viene mejor antes de liarte la manta a la cabeza.
¡IMPORTANTE! Toma nota de este consejo para no caer en la tentación de retrasarlo cada semana un poquito más: nada de poner a tu alcance cajas, bolsas o donde quiera que tengas la ropa de verano hasta que te vayas a poner con ello. Si no, irás sacando prendas poco a poco y el caos invadirá tu armario por completo.
Tira abajo el armario
¿Recuerdas cuando de adolescente te sacaban el armario entero para que pusieras orden? Pues eso es lo que tienes que hacer. Saca absolutamente todo lo que tienes ahí metido. Esperamos que no aparezca ningún calcetín maloliente ni otras sorpresas desagradables. Sí, sí, alucinarías con las cosas que pueden salir de los roperos.
Una vez vacío, aprovecha para limpiarlo a fondo. Trapo en mano, tu producto de limpieza favorito y una aspiradora con la boquilla lo más pequeña posible para llegar a los rincones más escondidos.
Otra oportunidad a lo que no te pones, pero fuera de tu armario
Busca una superficie amplia como, por ejemplo, la cama y haz montones con los diferentes tipos de ropa. Jerséis, sudaderas, vaqueros, pantalones, camisas... Así podrás apreciar la cantidad que tienes de cada cosa y te será más fácil deshacerte de lo que menos usas.
El cambio de armarioes el momento perfecto para revisar lo que nos ponemos y lo que no. Déjate de “porsi”... y súbelo a Vinted. Podrás sacarte un dinerito extra como te explicábamos en este artículo, o dónalo para quienes más lo necesitan.
Esta operación tendrás que repetirla al sacar la ropa de verano. Seguro que algo se quedó guardado porque íbamos a perder unos kilitos o por si... se volvía a llevar. No, no y no. Fuera todo lo que esté ocupando espacio y no vayas a utilizar (no vale con ponérselo una vez para cumplir con el expediente, que te vemos venir).
Marie Kondo defiende que en un solo armario debería cabernos tanto la ropa de invierno como la de verano. ¡Imagina si tienes que esmerarte en la selección! Pero no te atores, si te causa mucho estrés, puedes nominar a esa ropa en una caja y dejarla fuera de tu alcance durante todo un año. Todo lo que no eches de menos en ese tiempo, tendrá que abandonar el armario de forma definitiva. ¡No se admiten repescas!
Ropa de entretiempo, siempre disponible
No sabemos cómo es el tamaño del armario de la gran gurú del orden, pero entendemos que, por poca ropa que acumulemos, en una vivienda escasea el espacio para que los atuendos de las diferentes estaciones compartan armario. Aun así, te recomendamos encarecidamente que la ropa de entretiempo esté de forma perenne en tus perchas y cajones.
¿Por qué? Porque esa ropa la utilizarás tanto en otoño como en primavera y, además, con lo loco que está el tiempo últimamente, te sacará de más de un apuro en los meses que menos te lo esperes. También te facilitará la vida a la hora de hacer la maleta si te escapas a algún destino con un clima diferente al de tu ciudad y, muy importante, te permitirá algo de tregua cuando llegue el momento del cambio de armario, al tiempo que aligera el trabajo. Gracias a este tip solo tendrás que retirar y sacar lo más estacional.
Ordenar la ropa como Marie Kondo
El método que ha dado la vuelta al mundo y ha conquistado millones de armarios (aunque recientemente Marie ha declarado que, ahora, con tres hijos en casa, lo ve con otros ojos y que igual no hay que ser tan estricto con el orden, jejeje...). De hecho, seguro que sin saberlo ya aplicas alguno de sus trucos más famosos. ¿Los conoces?
- La estética. Almacenar por categorías, colores y texturas para conseguir una armonía visual que nos inspire cada mañana antes de vestirnos.
- Accesibilidad. Lo que más se usa, primero. Deja para detrás lo que menos te pones o la ropa reservada para eventos especiales.
- Dobla en vertical. Todo lo que esté en cajones y bandas, mejor doblado en vertical (en tres en vez de dos como es tradicional). Esto te permitirá ver mejor las prendas, mantener el orden y ganar espacio.
- Organizadores y cestitas varias. Marie Kondo es muy fan de dividir los espacios para conseguir mayor orden. Los complementos y las joyas también deben tener su sitio asignado. Hay millones de pijadas que te ayudarán a hacerlo.
Cómo guardar la ropa de invierno
Cuando llegue el invierno querremos que nuestra ropa esté en perfecto estado. Si no te quieres encontrar tu jersey favorito lleno de agujeros, entre otros posibles disgustos, presta atención.
- Todo bien limpio. La ropa que haya pasado la criba y sea seleccionada para guardar debe estar reluciente y bien seca. Como almacenes tu camisa de la suerte con una mancha que ni has intentado quitar, olvídate de hacerlo unos meses después.
- Buenos cierres. Organiza las prendas en bolsas, cajas o cualquier otro lugar que cierre en condiciones. Así evitarás que insectos indeseados se unan a la fiesta. Puedes probar las bolsas al vacío: sacando el aire con el aspirador conseguirás que la ropa quede guardada con menos ácaros, que no entre el polvo y ganarás espacio.
- Bolitas de naftalina (pero con olor). Para ponérselo más difícil todavía a las polillas y demás amigos indeseados, mete repelente entre la ropa. Eso sí, mucho cuidado con la naftalina que usaban nuestras abuelas, que luego todo apestaba durante meses. Ahora hay remedios que huelen a lavanda, limón o simplemente a ropa limpia.
- Ojo al lugar de almacenamiento. Elige un lugar seco. Es mejor meter la ropa en altillos o bajo la cama que en una bodega o garaje donde la humedad pueda hacer estragos.
- Atención al calzado. Vas a estar muchos meses sin ponerte una bota o un zapato cerrado. Déjalos limpios, hidratados (si son de piel) y con hormas o papel de periódico dentro para que no se deformen durante el verano. En octubre lo agradecerás.
Consejillos extras para hacerlo más llevadero
Te hemos dicho que teníamos algunas recomendaciones con las que convertir este repudiado momento en un buen plan. Era cierto. Aquí las tienes.
- Optimismo. Piensa en lo ordenado que va a quedar todo, lo bien que va a oler el armario y en cómo montártelo para pasar un buen rato en vez de en la pereza que te da.
- Música a todo volumen y a bailar sin parar. Hay quien baila con la escoba, pues nosotros lo hacemos con la ropa emperchada. Con ritmo todo se lleva mejor.
- Podcast interesante. Resérvate varios episodios de tu podcast favorito o busca una temática que te resulte apetecible. En Tomamos impulso llevamos tres temporadas de lo más variadas. ¿Te unes? Se te pasará el tiempo volando.
- Picoteo. Prepara un aperitivo para coger fuerzas, date el capricho de pedir algo de comida y déjate llevar. Te avisamos que con el estómago lleno todo se ve de otra manera.
- Fiesta de cambio de armario. Desmitifica las fiestas de pijamas (en las que siempre se termina Zzzzz) y dale una vuelta. En compañía se lleva mejor. Además, opiniones ajenas te ayudarán a deshacerte de esa cazadora a la que tanto cariño dices tener.
Esperamos haberte sido de gran ayuda. Ya solo nos queda hacerte el cambio de armario nosotros mismos. Lo sentimos, pero eso no está en nuestras manos. Lo que sí podemos es descubrirte todos los beneficios de nuestros seguros de hogar. Comprueba aquí todo lo que sí podremos hacer por ti 😉
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