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¡Has encontrado la casa de tus sueños! O, por lo menos, la que puedes permitirte en este momento. Así que, lo primero de todo, ¡enhorabuena! Has acabado con la interminable búsqueda de vivienda, pero no te relajes del todo. Estás a puntito de empezar una nueva vida, pero todavía te falta algún pequeño paso más.
¿Cómo llevas eso de organizar la mudanza? Jajajaja. Sí, es otra fase que puede resultar infernal, pero para la que te traemos una serie de infalibles recomendaciones que la convertirán en un auténtico camino de rosas.
Aprovecha para hacer una buena limpieza, pero de verdad
Como hay veces que el sentido común nos abandona, te recordamos este paso tan básico. Sería muy, pero que muy tonto, llevarnos al nuevo hogar todo aquello que no necesitamos. Selecciona lo que de verdad te hace falta y vende, dona o recicla todo lo demás para conseguir una mudanza más sencilla.
Esto conlleva trabajo, pero si te lo estás montando por tu cuenta, te ahorrará mucha faena a posteriori; y si estás pensando en contratar alguna de las muchas empresas de mudanzas especializadas en estos temas, reducirás el presupuesto. ¡Lo mires por donde lo mires, todo son ventajas!
Para suavizar la paliza, te recomendamos que lo hagas poco a poco. Empieza a organizar la mudanza en cuanto sepas que tienes intención de trasladarte, incluso antes de encontrar una nueva vivienda.
Diferentes tipologías de mudanza, elige la tuya
La forma de enfrentarnos a un cambio de casa difiere mucho dependiendo del tipo de mudanza que tengamos pensado hacer. Así que, lo primero es decidir con qué opción te quedas.
- A lo Juan Palomo. Yo me lo guiso, yo me lo como. La opción más económica, pero también la más tediosa. Tendrás que ocuparte de absolutamente todo: desde buscar cajas o alternativas para el empaquetado, al embalaje y al transporte.
- Ayuda en el transporte. Hay empresas de transporte que se limitan a llevar muebles y cajas de un lugar a otro. Es una alternativa muy extendida y suele resultar bastante económica.
- Trabajo en equipo. Repartir el peso de la faena con una empresa de mudanzas proporciona un poco de tregua. Ellos se encargan del empaquetado (puedes alucinar con la rapidez, materiales y profesionalidad) y del transporte, y tú, de ir colocando cada cosa en su nuevo lugar.
- Un completo. Prepara la cartera porque el presupuesto de este tipo de servicio suele ser prohibitivo. Pero, como las meigas, existir, existen. Se encargan tanto de la parte inicial de la mudanza como de dejar los cuadros colgados, los muebles montados y, si te descuidas, hasta la ropa interior en su cajón correspondiente.
Atención al presupuesto
Pide varios presupuestos y entérate bien de lo que incluyen. Unos cobran por caja, otros por camión, otros visitan la vivienda para pasarte un precio cerrado... Como te organices, es asunto tuyo, pero ten claro el sistema de trabajo de cada una de las empresas de mudanzas que contactes. Atención también a la distancia que haya de una casa a otra, esto puede suponer un extra.
Saca el metro para medir también los accesos
Seguro que ya tienes en mente la nueva disposición de los muebles. Incluso te has animado a comprar un sofá o una mesa de comedor nueva para ese salón que estás a punto de estrenar. Y, metro en mano, habrás comprobado que las dimensiones encajan, pero... ¿has corroborado que caben por la puerta, que hacen el giro de la escalera o de la entrada? Parece una chorrada, pero los muebles grandes pueden darnos más de un quebradero de cabeza a la hora de meterlos en casa. La necesidad de introducirlos por la ventana o de devolverlos a su lugar de origen, puede incrementar sustancialmente el presupuesto inicial.
Tips para el empaquetado en una mudanza sencilla
Te dejamos algunos truquillos básicos por si finalmente has decidido encargarte del empaquetado de todas o de algunas de las cajas de la mudanza.
- Empieza por lo que menos utilizas. Libros, ropa de otras temporadas, objetos de decoración... debe ser lo primero en entrar en una caja. Te ocupes tú o no del transporte, puedes llevarlos a tu nuevo hogar (en cuanto esté disponible) para repartir el trabajo o abaratar el presupuesto.
- Protege bien los bienes delicados. Vajillas, porcelanas, marcos de fotos, cuadros... Tenemos un montón de objetos que precisan de un embalaje aún más cuidado. Envuelve cada objeto de forma individual en papel de burbuja antes de meterlo en cualquier caja.
- Identifica cada paquete. Marca cada caja con la habitación de destino y alguna pista de lo que lleva dentro en varios laterales. Nunca sabes en qué dirección se van a apilar. Además, es muy recomendable que las numeres y hagas un pequeño inventario con todo lo que contiene. Esto te ayudará mucho cuando tengas la casa repleta de bultos.
- Objetos de valor y básicos bajo control. Prepara una maleta o una caja con aquello que no se puede perder. Joyas, objetos preciados, documentación importante y otros enseres que necesitaremos en los primeros días, como un par de mudas, sábanas, toallas y artículos de higiene.
Desmontaje de muebles
Habrá que valorar aquel mobiliario que merece la pena o no desarmar para facilitar accesos, ocupar menos espacio en el transporte o aligerar las subidas por escaleras o ascensores.
Si optas por desmontar muebles de los que no conservas el manual de instrucciones es buena idea grabar un vídeo o hacer un croquis con los pasos a seguir. Que luego su montaje siempre resulta muuuucho más complicado de lo que parecía.
Precaución también con los tornillos, tuercas y demás piezas. Mételas en una bolsa y pégalas bien a alguna parte del mueble donde estén lo más protegidas posible.
Niños y mascotas, fuera
Abuelos, amigos, días de colegio... lo que haga falta para que los peques de la casa y los animalillos de compañía no estén rondando en el momento de mayor ajetreo. Bastante lío tendremos ya como para estar pendientes de ellos 😊. Si no tenemos oportunidad de buscarles algún plan alternativo fuera de la zona cero, habrá que recurrir a algún buen entretenimiento que les mantenga lo más tranquilos posible o todos nuestros esfuerzos por realizar una mudanza sencilla se irán al garete.
Paciencia, evita los atracones de orden
Una vez superada la salida del antiguo hogar y hecho con éxito el transporte, “solo” queda volver a poner todo en su sitio. Sabemos que no es moco de pavo, pero piensa que ya has superado una gran parte del proceso, que ya estás en tu nueva vivienda y que, poco a poco, todo terminará cuadrando.
Mete las cajas que queden por deshacer dentro de una misma habitación. Así perturbarán el orden y tu paz mental lo menos posible. En los ratos libres, sácalas de una en una. Así disfrutarás mucho más dando vida a tu nuevo hogar.
Esperamos que todos estos consejos te sirvan de mucha ayuda en tu próximo cambio de casa.
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