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¿Buscas planes de verano para refrescarte del calor? Te traemos pozas y piscinas naturales con las que te faltará tiempo para salir de la ciudad.

¡No te aplatanes! Si estás cansado de los planes de verano de siempre, te proponemos algunas alternativas para salir de la ciudad y sobrellevar las altas temperaturas en lugares de ensueño repletos de naturaleza.

Suena bien, ¿verdad? Pues prepárate un picnic (aquí ya te enseñamos cómo hacerlo si quieres triunfar), coge la toalla, el traje de baño, y elige entre las de España para refrescarte del calor y pasar un buen día.

¿Qué son las piscinas naturales y dónde encontrarlas?

Las piscinas naturales distan mucho de la charca de la urbanización de tu casa o de las grandes piscinas municipales de tu localidad. Son espacios en los que el agua se ha concentrado sin la intervención humana. Bueno, eso sería lo sublime, porque es cierto que en algunos lugares algo de mano ha habido para su acondicionamiento.

Aun así, son piscinas donde el agua llega de forma completamente natural. No se llenan a través de una tubería, no tienen depuradora y no se tratan con cloro. ¿Y de dónde sale? Pues de ríos, del mar o de un manantial. Entornos con encanto que encontramos repartidos por toda España.

Te traemos las más espectaculares y también aquellas que más cerca están de las grandes urbes para que puedas huir del asfalto y darte un chapuzón en plena naturaleza.

Pozas de Mougás (Pontevedra)

Situada en la denominada “ruta máxica” encontrarás un idílico sistema de pozas cerca de diferentes cascadas y riachuelos bajo el refugio de un denso bosque. No tienen un acceso sencillo, pero son solo 2 kilómetros a través del campo. Y ya te decimos que la recompensa (agua bien fresquita en un entorno mágico), merece la pena. La más llamativa es la denominada “Poza Grande”, pero cuenta con otras alternativas de diferentes tamaños.

Pozas de Mougás (Pontevedra)

Lago de Sanabria (Zamora)

En la provincia de Zamora se esconde el lago glaciar más grande de España. Una refrescante alternativa para un chapuzón cuando el calor del verano aprieta. Podrás encontrar distintas zonas de baño, la mayoría de ellas perfectamente acondicionadas y de fácil acceso para cargar con las neveras, sillas y sombrillas… Todo lo que necesitas para pasar una magnifica jornada de descanso. ¿A qué esperas para salir de la ciudad pitando?

Lago de Sanabria (Zamora)

Piscina natural de Cantonigrós (Barcelona)

La ciudad condal, además de contar con mediterráneas playas, acoge en sus montañas otros oasis donde poder refrescarte del calor. Entre todos estos paraísos de la naturaleza, nos quedamos con la Foradada de Cantonigròs, la más espectacular de las piscinas naturales de la zona. Durante los meses de verano tendrás la posibilidad de zambullirte en sus aguas después de hora y media de caminata desde Cantonigròs, pero si lo que quieres es hacer la foto, mejor que te acerques en los meses de lluvia. Encontrarás menos gente y más caudal es su cascada.

Piscina natural de Cantonigrós (Barcelona)

Charcos y piscinas de Candeleda (Ávila)

La Garganta de Santa María provee de agua cristalina a los charcos urbanos de la villa de Candeleda. Un lugar donde refugiarse de las altas temperaturas al mismo tiempo que se disfruta de un enclave privilegiado.

Cerca del pueblo, hay otras piscinas y pozas naturales como el área recreativa de los Riveros, el charco de la Fidela o el Raso. En el entorno del Puente Viejo de Alardos del S.XVII, encontrarás también varias pozas cerca en muy buen estado de conservación. Muchas de ellas constan de aparcamiento, cafetería, restaurante y zona de recreo, mientras si sigues el curso del río descubrirás otras más tranquilas.

Charcos y piscinas de Candeleda (Ávila)

Las Presillas (Madrid)

Las piscinas de Rascafría, en el valle de El Paular, cuentan con una inmensa zona recreativa con amplias praderas verdes y diferentes zonas de baño naturales en el cauce del río Lozoya. La entrada de las personas es libre y gratuita, pero los coches sí tendrán que abonar el precio del aparcamiento (unos 9 euros). Cuenta con transporte público desde el centro de la capital. Uno de los planes de verano más fáciles de organizar para salir de la ciudad.

Las Presillas (Madrid)

Charcos de Letur (Albacete)

El agua siempre ha sido gran protagonista de este municipio donde aún perduran algunas zonas de baño naturales como el charco Petaco, ubicado en la ruta circular del camino de Los Cantalares. Un paraje espectacular, con fría agua cristalina abriéndose paso entre la naturaleza. Hacer la ruta completa te llevará tres horas aproximadamente, pero desde la llamada Puerta del Sol hay un acceso mucho más rápido que no te supondrá más de 30 minutos. Eso sí, solo se puede acceder caminando. Si ese no es tu plan, en pleno casco urbano encontrarás el charco de Las Canales, una piscina natural rodeada de espléndidos jardines.

Charcos de Letur (Albacete)

Chorreras del Cabriel (Cuenca)

Magnífico paraje natural formado por saltos, cascadas y frías aguas cristalinas. ¿A qué ya te estás visualizando allí para refrescarte de este calor? Se trata de un cañón fluvial excavado en un inmenso edificio tobáceo y con grandes pozas comunicadas entre sí. Hoy en día, las tobas y los estromatolitos todavía continúan en formación. En sus inmediaciones podrás practicar senderismo, deportes acuáticos y turismo de naturaleza.

El aforo para disfrutar de una de las mejores piscinas naturales de España se limita a la capacidad de los aparcamientos situados en los accesos desde Enguídanos y Víllora (los pueblos más cercanos). La reserva se puede realizar online y tiene un coste de unos 10 €.

Chorreras del Cabriel (Cuenca)

Charco Azul de Chulilla (Valencia)

Ubicada en el Parque Natural de Los Calderones, entre los impresionantes cañones del río Turia, encontramos esta otra piscina de apetecible agua turquesa. Para alcanzarla debes caminar por el sendero SL-CV72. No tiene pérdida y es apto para toda la familia. Además de darte un merecido baño, podrás realizar una divertida ruta por los puentes colgantes. A ver si encuentras el truco, porque, aunque la apariencia de este entorno es completamente natural, fue creado con ayuda del hombre. Los árabes construyeron una presa en el cauce del río Turia para regar las huertas de los alrededores en el siglo XII.

Charco Azul de Chulilla (Valencia)

Garganta de los Infiernos (Cáceres)

El valle del Jerte es famoso por sus cerezos en flor, pero este no es el único atractivo de la zona que en verano ofrece auténticos paraísos para los bañistas más exigentes. Remotas pozas donde la tranquilidad y la soledad son la tónica habitual. No te hablamos solo de la conocida piscina natural de “Los pilones”, sino de otros enclaves a los que solo se puede llegar con la ayuda de visitas guiadas: Rehata o el Charcón de las Majadillas, entre otros.

Garganta de los Infiernos (Cáceres)

Cueva del Gato (Málaga)

Esta maravilla de la biósfera se encuentra en el Parque Natural Sierra de Grazalema, a escasos 15 minutos de Ronda. Del interior de la cueva nace un manantial de agua que forma una laguna de aguas cristalinas rodeada por una extensa arboleda y cómodas zonas verdes. Para disfrutar de un baño durante la temporada de verano, el ayuntamiento de Benaoján cobra una entrada de entre 2,5 y 1 € si vas a permanecer más de 15 minutos (tiempo estipulado para hacer las rápidas fotos de rigor).

Cueva del Gato (Màlaga)

Charco de La Laja (Tenerife)

Simplemente espectacular. Uno de los lugares más auténticos de la isla para zambullirse. Se trata del único charco apto para el baño de agua de mar de nuestra lista, aunque en Tenerife es algo bastante habitual (especialmente en el norte). Estas curiosas formaciones de la costa se deben a las erupciones volcánicas y cuando se llenan de agua crean una postal idílica. Precaución cuando la marea está alta y el oleaje es intenso.

Charco de La Laja (Tenerife)

7 recomendaciones para un baño seguro

Toma nota para disfrutar de este auténtico planazo y que no se tuerza el día.

  1. Precaución con las posibles corrientes/remolinos que te pueden arrastrar. Recuerda que no estás en la bañera de tu casa.
  2. Mucho ojo con los pequeños de la casa. Estas zonas de baño naturales suelen carecer de vigilancia, por lo que tendremos que extremar aún más su cuidado.
  3. Utiliza calzado adecuado para este tipo de planes de verano. Prevendrás posibles resbalones, heridas o cortes.
  4. Evita hacerte el héroe con saltos desde riscos sin conocer la profundidad ni las rocas que puede tener el fondo.
  5. Deja todo limpio. Recoge los desperdicios y todo lo que hayas podido ensuciar antes de abandonar la zona.
  6. Protégete del sol. Si empleas alguna crema con protección solar, intenta que sea biodegradable, ya que estás en entornos muy delicados.
  7. Para llegar hasta la mayoría de estos parajes necesitarás contar con un vehículo. Asegúrate de que también cuenta con una buena protección. ¿Conoces nuestros seguros de auto y moto? Descubre todas sus ventajas.

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