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La mayoría de los trabajadores sueñan con un retiro dorado al alcanzar la jubilación, pero pocos son los que se preocupan realmente de prepararse para ello. ¿Estás sintiendo un pequeño tirón de oreja? Lo sentimos, pero es que, en esto de las pensiones, también hay que sembrar para luego recoger.
PLANIFICACIÓN. Es todo lo que necesitamos. Nunca nos cansaremos de repetir que cuanto antes comencemos a ahorrar para la jubilación, mejor nos irá. Aun así, somos plenamente conscientes de que, en algunos momentos de la vida, esto es realmente complicado y queda relegado por otras muchas prioridades. Con este artículo, queremos ayudarte a organizar esa hucha que buenamente hayas podido acumular mientras trabajas para estirarla al máximo hasta el final de tus días.
La regla del 4 %. ¿Qué es y por qué te interesa?
La regla del 4 % es una fórmula para determinar cuánto dinero se puede ir retirando durante jubilación, año a año, para no agotar los ahorros antes de morir. Es un tema algo lúgubre, pero muy necesario. Así que ponte con ello.
Según esta norma, podemos retirar el 4 % de nuestro saldo cada año sin preocuparnos por quedarnos en la ruina. Esto también te ayudará a saber cuánto quieres tener ahorrado antes de jubilarte. Vamos, que, si tenemos ahorrada la hipotética cantidad de mil euros, podremos retirar cuarenta euros. ¿Es importante o no es importante ponernos las pilas con eso de ahorrar para la jubilación a la de ya?
A tener muy en cuenta
La regla del 4 % no tiene garantía de éxito (como casi nada en finanzas). Se trata de un estudio realizado por William Bengen (de ahí que también se la conozca como regla Bengen), y desarrollado posteriormente por los profesores Philip L. Cooley, Carl M. Hubbard y Daniel T. Walz, de la Trinity University estadounidense, en el que se establece que, si mantienes invertido tu dinero, puedes llegar a retirar el 4 % anual durante 25 años sin tocar el capital inicial.
He ahí el quid de la cuestión: el resto del capital debe permanecer invertido para así seguir sacándole rendimiento. Vamos, el vivir de las rentas de toda la vida. Suena bien, ¿verdad? Ahora solo nos queda ahorrar para esa jubilación 😉
Otros factores que intervienen en la regla
Contar con el capital inicial suficiente es primordial, pero este no es el único elemento a tener en cuenta. Vamos a evitar aburrirte con los detalles de la investigación, pero sí debes conocer sus principales factores de riesgo.
- El rendimiento de las inversiones. Como hemos comentado al principio, el resto del dinero no se queda guardado debajo del colchón, sino que está invertido, produciendo nuevos rendimientos (o no), porque esto dependerá de la situación del mercado. Lo ideal es que de media produzca algo más de ese 4 % que estamos retirando cada año.
- La inflación. A estas alturas de la película todos conocemos ya a esta “querida” amiga devora ahorros. Si no sabes de que te hablamos, aquí te lo contamos hace meses. Tendremos que tenerla en cuenta a la hora de establecer el porcentaje que realmente debemos retirar para mantener el nivel de vida. Un poco más adelante te explicamos cómo hacerlo.
- El tiempo de nuestra jubilación. Este planteamiento está basado en una jubilación de unos 25-30 años. Así que no es la receta secreta para retirarnos nada más empezar a trabajar. De eso nada.
- Nuestras necesidades. Hemos de tener presente que el retiro puede ser un camino largo y durante esos años no siempre tendremos las mismas necesidades. Lo más posible es que nuestro nivel de dependencia crezca a medida que pasa el tiempo. ¡Es ley de vida!
Algunos consejillos para su aplicación
Decidamos o no seguir la regla Bengen a pies juntillas, es una buena guía para planificar la jubilación y completar la pensión pública. Utilizada en sentido contrario, nos indica cuánto deberíamos ahorrar para mantener nuestro nivel de vida después de dejar las largas jornadas de trabajo. Aquí van algunos consejos para aplicarla correctamente:
- Calcular el presupuesto de jubilación. Para saber si vamos por buen camino, es preciso saber cuánto dinero necesitaremos cada año para cubrir nuestros gastos. Esto dependerá mucho del tren de vida de cada uno y de la idea de jubilación que tengamos. No es lo mismo disfrutar de cuidar el huerto que marcarse un viaje al mes. Así que, prepara una lista con lo que prevés pulirte mensualmente y calcula cuánto dinero necesitas para vivir cómodamente estos años dorados.
- Establecer nuestro propio %. Para que la regla funcione de verdad deberíamos establecer el porcentaje acorde a nuestras circunstancias reales (país, perfil de riesgo, momento histórico). Al establecer la tasa segura de retiro, Bengen tuvo en cuenta tanto la inflación como la revalorización del patrimonio (basándose en datos históricos). El famoso 4 % del que estamos hablando sale del promedio de una inflación media del 3 % y una rentabilidad media del 7 %.
- Ajustar la cantidad a retirar. Como ya hemos explicado, el importe de la cuenta de jubilación debe estar invertido, con los vaivenes que esto conlleva. Esto significa que habrá años en los que la cantidad a retirar podrá ser mayor y otros en los que esta ha de ser menor. Estamos hablando del x % sobre el dinero que la cuenta tiene anualmente, no de una cantidad fija.
- Mantente fuerte. El comportamiento de los mercados financieros es imprevisible, por lo que en el camino encontrarás turbulencias. Tendrás que aprender a controlar tu psicología para que no te juegue malas pasadas. ¿Recuerdas cómo las emociones podían influir en las decisiones financieras? Aquí puedes consultarlo.
- Ponte en manos expertas. El mundo de las inversiones no es un juego. Si quieres evitar disgustos innecesarios y que tus ahorros se esfumen sin permitirte disfrutar de la jubilación, pide consejo a especialistas del sector. En Tomamos impulso contamos con tres soluciones destinadas a complementar tu pensión. Conoce nuestros planes de pensión y elige el que mejor se adapte a tu perfil de riesgo.
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