• Lourdes Peña | #impúlsate
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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España el porcentaje de personas que realiza ejercicio físico disminuye con la edad. Tanto es así, que los porcentajes de población sedentaria cambian de un 35% en edades entre los 55-64 años, a cerca del 50% en adultos que superan los 65 años.

¿Cómo es posible? Buena pregunta. Por regla general, a partir de esta edad empiezan las jubilaciones en España, momento en el que deberíamos tener más tiempo para poder invertirlo en actividad física. Sin embargo, ocurre todo lo contrario.

Junto a esta falta de actividad física aparecen diversas enfermedades a nivel físico y mental que frenan la actividad fisiopatológica del organismo para mantener a raya el envejecimiento celular. ¿En qué se traduce esto? En un incremento más alto de enfermedades degenerativas. Es un ejemplo claro de nuestro dicho popular: “la pescadilla que se muerde la cola”.

Supongo entonces, que habremos llegado a la misma conclusión: el deporte implica salud, más que nunca, en la edad adulta.

Deporte y salud en la edad adulta

¿Qué beneficios aporta el deporte cuando nos hacemos mayores?

  1. Mejora la función cardiovascular. Sus beneficios son variados sobre este sistema: mejora la contractilidad (propiedad que poseen tanto el músculo esquelético como el músculo cardíaco de generar una contracción) del corazón, la perfusión (suministro de ciertas sustancias a un sistema, un aparato, un tejido o un órgano) de los tejidos, y algo importantísimo a partir de estas edades, como es la presión arterial.
  2. Mantiene en buen estado del sistema osteomuscular. El desarrollo de masa muscular favorece a la estabilización de la masa ósea y disminuye la gravedad de enfermedades tales como artrosis, patología de columna o artritis, entre otras.
  3. Favorece el equilibrio. Y, por lo tanto, colabora a evitar caídas y golpes, que pueden ser causa de problemas más graves como esguinces, fracturas y sustos que, de jóvenes, quedan en nada o se recuperan rápido, pero de mayores pueden ser más peligrosos o traer consecuencias no deseadas.
  4. Mejora la capacidad pulmonar. Nos ayuda a seguir estando activas y activos y no caer tanto en el sedentarismo (abonarnos al binomio sofá + tele) porque nos cansamos mucho.
  5. Reduce el riesgo de padecer enfermedades renales.
  6. Ayuda al mantenimiento de los correctos niveles metabólicos de colesterol y triglicéridos. En un momento en el que las revisiones médicas cada vez nos muestran más valores por encima o por debajo de lo considerado estándar.
  7. Incrementa la actividad correcta del sistema inmune. Es decir, nos ayuda a prevenir todo tipo de enfermedades, virus, etc.
  8. Disminuye la probabilidad de padecer enfermedades degenerativas y/o reduce la gravedad con la que se producen. Entre estas enfermedades, se encuentran también la depresión o demencia, ambas típicas de esta etapa.

¿Cuáles son las recomendaciones sobre actividad física en el adulto mayor?

Basándonos en las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sería recomendable:

  • Realizar 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico de alta intensidad.
  • Sesiones que superen los 10 minutos seguidos de actividad física.
  • Incluir ejercicios que mejoren el equilibrio y la estabilidad.
  • Al menos, 2 sesiones a la semana de ejercicio de fuerza.
  • Realizar un total a la semana de 300 minutos (5 horas aproximadamente) de ejercicio moderado o 150 minutos (2 horas y 30 minutos aproximadamente) de ejercicio intenso.

Si conocemos o vivimos algún problema que nos impida realizar estas recomendaciones, recuerda que a nuestra disposición siempre hay profesionales de la salud y del deporte que nos pueden ayudar a mantener nuestra calidad de vida.

¿Hay alguna actividad más recomendada que otras?

Siempre debemos tener en cuenta que deben ser actividades que no pongan en riesgo nuestra salud física y deben ser adaptadas a nuestro estado.

Por ello, a partir de los 65 años se recomiendan actividades tales como:

Actividades aeróbicas:

Caminar rápido

Senderismo

Marcha nórdica

Natación

Clases colectivas

Golf

Tenis

Bicicleta

Actividades de fuerza:

Ejercicios dirigidos con pesas y bandas elásticas

Ejercicios dirigidos en máquinas

Ejercicios funcionales con el propio peso corporal

Yoga adaptado

 

 

 

 



Estos son solo algunos ejemplos. Puedes encontrar el que más se adapte a ti y con el que más disfrutes. Así que, no se hable más, apunta todo esto y ¡ponte en marcha! Todo el tiempo que le dediques al cuidado de tu cuerpo será tiempo que te estás dedicando a ti y a tu salud.

Si necesitas más información el equipo de expertas y expertos entrenadores de MAMIFit y los médicos de nuestros seguros de salud te ayudarán con todos tus intereses y necesidades. Todas estas pautas te servirán para adoptar unos buenos hábitos que te ayudarán a mejorar tu salud y calidad de vida.

Más sobre mí
Lourdes Peña Romero. Fisioterapeuta y entrenadora de MAMIfit. Especialista en suelo pélvico. Máster en acondicionamiento físico y control motor. Doctorada en la Universidad de Castilla-La Mancha.

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