No te sientas culpable

En primer lugar, es importante recordar que es completamente normal y sano disfrutar de comidas festivas en Navidad. Lo hacemos todas y todos y en esas fechas la mesa es un punto de reunión social clave y que debemos saber cuidar La clave está en no dejarse llevar por la culpa si comemos demasiado o no siempre tan saludable como sabemos que nos conviene. La culpa no te ayudará a volver a una rutina saludable, así que, coge fuerzas y empieza a cambiar rutinas.

Establece metas realistas

Recuperar la alimentación lleva tiempo. Establece metas realistas y a corto plazo. En lugar de intentar perder peso rápidamente, concéntrate en crear hábitos alimenticios sostenibles. Es normal que sientas más hambre que antes y tengas la necesidad de picar (durante estos días cada día puede haber aperitivo, pastel, brindis…). Poco a poco, esto se irá calmando y la sensación de saciedad volverá.

Elige alimentos saludables

En lugar de contar calorías o restringir alimentos específicos, céntrate en el consumo de alimentos que sean sanos. Incorpora una amplia variedad de verduras, sobre todo de hoja verde, en tus comidas, acompañándolas de proteínas magras y grasas saludables. Esto te permite disfrutar de comidas deliciosas y nutritivas sin sentirte “a dieta” en el sentido de “no permitirte cosas”. Por supuesto que, si te pasas mucho de calorías, aunque sean saludables, vas a aumentar de peso, pero si añades grasas saludables como el aguacate, los frutos secos y el pescado azul, con moderación, no hay ningún peligro. El problema no es tanto la grasa como tal sino el azúcar y los productos procesados.

Escucha a tu cuerpo

Aprende a escuchar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Come cuando tengas hambre y deja de comer cuando te sientas satisfecho. No vale comer en el coche mientras conduces o estando de pie o en tu sitio, mientras trabajas. Para y tómate tu tiempo para comer y poner foco en lo que estás haciendo. Igual que en Navidad las comidas han sido un momento importante, en el día a día también debemos darle la importancia que merecen, ya que son solo se trata de lo que comemos sino de cómo lo comemos.

Organiza tus comidas

Planificar tus comidas con anticipación puede ayudarte a evitar decisiones de alimentación impulsivas. Esto te permite tener opciones saludables y equilibradas siempre cerca, lo que disminuye la necesidad de seguir una dieta restrictiva y comer de manera inadecuada. Si no lo haces así, te encontrarás decidiendo sobre la marcha y precisamente ahí puede que no tomes las mejores decisiones alimentarias para ti.

Moderación en lugar de restricción

En lugar de eliminar por completo ciertos alimentos, opta por comerlos con moderación. Disfruta de esos postres o comidas “menos sanas” de vez en cuando, pero asegúrate de que sean realmente excepciones. La moderación te permite disfrutar de algunos alimentos sin sentirte culpable. Por ejemplo, si te encanta el chocolate, no tienes que eliminarlo por completo. Disfruta de una onza o dos de chocolate de alto porcentaje de cacao después de comer (entre 85 y 99%). Y si en algún momento quieres introducir un chocolate más dulce, hazlo pero como algo excepcional y en poquita cantidad. Aprender a disfrutar de los alimentos con moderación te permite conectar con la sensación de hambre real y saciedad. A largo plazo, esto contribuye a mantener una alimentación saludable sin la necesidad de seguir dietas extremas.

No te compares y sé paciente contigo mismo

Evita compararte con otras personas, especialmente en las redes sociales, donde las imágenes de comidas “perfectas” son habituales. Cada persona es única y lo que funciona para una no necesariamente funcionará para otra. La recuperación de la alimentación saludable es un proceso: lleva tiempo, organización y paciencia. Habrá altibajos, pero lo importante es mantener tu objetivo. No te rindas y sigue trabajando hacia un estilo de vida más saludable, donde la alimentación es un pilar principal combinada con la actividad física.

Incrementa la actividad física

El ejercicio es una parte crucial para recuperar una alimentación saludable. No necesitas hacer cambios drásticos, pero intenta incorporar actividad física regular en tu rutina. Pasear, nadar, correr o practicar yoga son buenas opciones. Sentirte activa o activo te hará sentir saludable y ese concepto se irá contagiando a otros ámbitos de tu día a día y de tu vida.

Busca apoyo profesional

Hablar con profesionales de la salud sobre tus objetivos de recuperación de rutinas de alimentación saludable puede ser de gran ayuda. El apoyo de otros puede motivarte y proporcionarte consejos útiles y que seguro te harán enfocarte mejor en las claves y conseguir los objetivos de forma más consistente. Las y los nutricionistas son muy conscientes de lo que significan las Navidades y saben muy bien las teclas que tocar para reactivar la rutina que le conviene a nuestro organismo para estar saludables y al 100%.

En resumen, recuperar la alimentación después de las Navidades implica volver a una rutina equilibrada y saludable sin culpas ni restricciones extremas. Con enfoque, paciencia, planificación y cuidado, puedes lograrlo y sentirte mejor en tu cuerpo y mente. Enfócate en una alimentación equilibrada, escucha a tu cuerpo y disfruta de la comida de manera consciente. Esto te permitirá volver a la rutina sin tener la sensación de que te privas de nada.

Si tienes dudas, el equipo de expertas y expertos entrenadores de MAMIFit y las y los nutricionistas y médicos de nuestros seguros de salud te ayudarán a encontrar la forma de consolidar estos buenos hábitos alimentarios. Es momento de mejorar tu salud, con ejercicio y buenos alimentos...

Más sobre mí
Lara Marín López. Nutricionista y enfermera. Profesora de Yoga. Especialista en salud hormonal y de la mujer. Máster en Microbiota humana por la Universidad San Pablo. Máster en Epidemiología y Salud Pública por la Universidad Rey Juan Carlos.