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¿Alguna vez te has parado a pensar en la importancia que tienen los abuelos para la mayoría de las familias? Muchas veces damos por sentado su papel sin detenernos a valorar qué se esconde detrás esta figura que tanta ternura, apego y sabiduría inspira en una sola persona.
Pues entre muchas otras cosas, tienen experiencia, que bien podría ser la madre de todas las ciencias (además de la paciencia). Son muchas las batallas que ya han librado (ganadas o perdidas, eso es lo de menos). Y amor, una grandísima dosis de amor. Un amor que, sin ninguna duda, se multiplica según se van incorporando nuevos miembros a la familia y que deja una profundísima huella.
Aprovechando el día del abuelo, el martes 26 de julio, queremos rendirles nuestro particular homenaje. Porque gracias a ellos, cada uno de nosotros somos y seremos mejores personas. ¡Abuelas y abuelos, sois inspiración!
Quien tiene un abuelo, tiene un tesoro
Imaginar lo que se siente cuando uno adquiere la condecoración de tercera generación (por arriba) resulta complicado si no se ha vivido en primera persona, pero casi todos hemos sido o somos (los más afortunados del lugar), nietos. ¿Recuerdas esa relación tan especial? ¿Ese referente que, sin lugar a duda, cuando se pierde se echa de menos? Representan una pieza fundamental en el desarrollo de los más pequeños de la casa con memorias entrañables y enseñanzas imborrables.
Los beneficios, tanto para los peques como para los propios hijos, superan todo aquello que somos capaces de reconocer. Y no solo dentro del propio núcleo familiar, sino mucho más allá, en la sociedad. Somos conscientes de que nos quedaremos cortos, pero vamos a intentar reflejar las principales virtudes que podemos aprender de los mayores.
Ayuda desinteresada
Apoyo incondicional de lafamilia en todo momento con una ayuda inigualable. No hablamos solo de su cada vez más extendido papel como cuidadores natos (los llamados abuelos-canguros), que también, sino de su capacidad para estar presentes incluso en la distancia. A las duras y a las maduras son consejeros, coach y guías incansables.
Aunque la edad empieza a hacer mella en ellos, su dedicación no tiene límites. Cuando las fuerzas flaquean, sacan impulso de donde sea para acompañar a sus tan queridos nietos. Y es que, en un momento en el que ya has subsistido tanto y las vivencias se agolpan, no hay mayor felicidad que la de compartir momentos de complacencia, disfrute y afecto con los hijos de tus hijos.
Fieles consejeros
La experiencia es un grado y, desde ella, los mayores pueden asesorarnos cuando las dudas nos acechan. Antes que yayos, abus, elos (o como se les llame en cada casa), han sido padres, y han pasado por situaciones similares a las que sus descendientes tendrán que enfrentarse, tarde o temprano, también como progenitores. Igual que un día también fueron traviesos niños y desafiantes adolescentes.
Desde el respeto y sin pecar de entrometidos, o la batalla campal podría estar servida, pueden dar valiosísimos consejos o, incluso, actuar de mediadores en los casos más complejos. Lo importante es no ser demasiado orgulloso y querer aprender de los mayores.
Las batallitas del abuelo cebolleta...
Cuantas veces habrás oído eso de que los “viejos” (desde el cariño y el respeto) cuentan muuuuuuuuchas batallas 😀. Esas batallas son historias impregnadas de sabiduría. En las sociedades (antiguas, pero también de algunos lugares remotos del mundo en la actualidad) donde no es tan frecuente saber leer y escribir, los conocimientos se divulgan a través de los ancianos (tampoco tenían/tienen redes sociales).
Los mayores son ejemplo de valores; de sacrificio y entereza. Transmisores de enseñanzas, no todas ellas relacionadas con las asignaturas que en el cole se aprenden. Para ellos la vida es mucho más que la lengua o las matemáticas, ellos son maestros de aficiones, historias familiares y juegos.
¿Has visto alguna vez cómo reaccionan los niños ante las aventuras de sus antecesores cuando eran chiquillos? A ciertas edades resulta difícil imaginar que padres y abuelos alguna vez fueron nietos. Pero es que, además, fueron críos de una época completamente diferente, en la que no había teléfonos móviles, ordenadores ni tablets (en realidad muchos también vivieron sin lavadora, aspiradora o televisión). Un mundo sin internet, cuyos habitantes hoy bien podrían parecer extraterrestres.
¿Qué convierte a los abuelos en especiales?
No nos vamos a engañar, pasar menos tiempo con los niños y estar algo más alejados del estrés del día a día ayuda a tener muuuuuucha más paciencia. Están más receptivos y muestran un afecto que en ocasiones en los padres se agota. El tiempo que pasan juntos es verdaderamente de calidad, de calidad de la buena. Con espacios para la escucha, la comprensión y la diversión.
Sus propias vivencias les han ayudado a tener una visión menos crítica, a centrarse en lo bueno y, sobre todo, en lo realmente importante. Llaman la atención y ponen sus límites, pero seguramente estos sean más ligeros. Ellos ya vivieron la etapa de educar y están en la de disfrutar (que no maleducar).
Aliciente para la independencia
La conexión nieto-abuelo crea un vínculo tan especial que es capaz de ayudar a lograr algo de independencia desde edades tempranas. Cuando todavía es pronto para que los bebés se separen de sus padres, los abuelos pueden actuar de motivadores alicientes. Ni qué decir tiene cuando van creciendo, cuando quedarse a pasar un día con ellos o incluso a dormir se convierte en el plan de sus vidas. Pueden no tener la confianza suficiente para dejar su hogar sin mirar atrás, pero si es con ellos, la cosa cambia.
Además, fomentan el desarrollo de habilidades sociales y emocionales no solo en la infancia, sino también en su porvenir adulto. Los vínculos afectivos que de ellos nacen propiciarán una vida social más saludable y feliz.
5 ideas de regalos para los abuelos
Ellos, que siempre están pendientes de preparar la comida preferida, de tener dulces o pegatinas en el cajón de la esquina, no necesitan mucho para dibujar una sonrisa en su cara. Lejos ha quedado el gusto por lo material, valoran mucho más los pequeños detalles y el tiempo dedicado. Te dejamos algunas ideas de regalos para abuelos con los que celebrar su día. ¡Sorpréndelos!
- Una buena foto. No hace falta que tenga un gran marco, con que la foto sea bonita podemos ponerla en cualquier soporte, incluso hecho con cartón y unos macarrones, por ejemplo.
- Un dibujo. Los dibujos siempre enamoran. Para que sea especial, puede hacerse en el interior de la tapa de una caja de zapatos. El cartón además es muy buen lienzo para pintar con acuarelas. ¡Le encantará!
- Un pisapapeles. Solo hay que buscar una piedra de un buen tamaño y dejar volar la creatividad para decorarla. ¿Has probado alguna vez a hacer un pez?
- Una maceta con flores de papel. Aportará mucho colorido al hogar y no tendrá que acordarse de regarlas. ¡Éxito asegurado!
- Un cordón para las gafas. SSi es de los que nunca saben dónde deja las gafas, un cordón de cuentas muy colorido puede ayudarle a localizarlas.
Preocuparnos de ellos cada día
Esto es como el día de los enamorados, el día del abuelo debería ser todos los días del año. Para poder disfrutar de ellos el máximo tiempo posible, debemos ayudarles a que su vida sea más sencilla y agradable. No van a ser ellos los únicos que aporten en la familia, ¡solo faltaría!
Échales una mano con las nuevas tecnologías (sin duda, la gran asignatura pendiente en la mayoría de las personas de avanzada edad), llama con frecuencia para preguntar por sus asuntos o simplemente cómo han pasado la jornada, propón planes diferentes que les hagan salir de la rutina, acompáñalos al médico siempre que puedas. Nosotros, desde Tomamos impulso, también podemos hacer mucho por ellos, conoce nuestras propuestas para séniores. Seguro que en muchos casos podemos ser el empujón que necesitan para seguir disfrutando de la vida.
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