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Siempre es un buen momento para ayudar a los demás. Las acciones sociales no deben estar limitadas a las fiestas de Navidad, las catástrofes naturales o las guerras. Si bien es cierto que ante determinadas circunstancias, nuestro corazón se muestra más receptivo, por desgracia, siempre hay causas que nos necesitan.

Si como padres o madres, queremos transmitir la importancia de ser solidarios, el voluntariado familiar nos proporcionará grandes vivencias para educar en valores y complementar el desarrollo de nuestros hijos e hijas. Planes en familia que nos ayudarán a guiarles para que en el futuro sean personas comprometidas de forma activa con su entorno. ¡Menudo orgullo!

Voluntariado familiar

¿Qué nos aporta esta actividad?

El voluntariado en familia nos da la oportunidad de acercar a los más peques a otras realidades, enseñarles a compartir y a ser generosos. Como se suele decir, dar ejemplo es la mejor forma de educar en valores, y en todo lo demás. Pero os proponemos ir un paso más allá y hacerles partícipes de esa experiencia.

En vez de dejarles a un lado mientras los adultos nos entregamos a los más necesitados, que niños y niñas también colaboren y vivan en primera persona esos valores de los que tanto hablamos en casa.

De este modo, les estaremos ayudando a fomentar la responsabilidad, la constancia y el compromiso, a la par que aprenden la importancia de participar activamente en la sociedad.

Además, este tipo de planes en familia en los que todos sumamos sin importar la edad de los participantes avivan la unión familiar. El ser una verdadera piña.

¿Por dónde empezar?

Hay muchas formas de ayudar a los demás. Un primer paso al alcance de todos puede ser involucrar a los peques en la donación de objetos que tengamos en casa: la ropa en buen estado que ya no vayamos a utilizar, juguetes para los que ya son mayores o no utilizan, libros que ya han leído y releído más de 100 veces...

Otra opción sencilla es que nos acompañen a hacer la compra durante la próxima recogida de consumibles del Banco de Alimentos. Pueden llevar el carro, hacer una lista y, por supuesto, entregar las provisiones a los voluntarios. Seguro que alguno se anima incluso a colaborar con una parte de sus ahorros.

Dependiendo de la disponibilidad, la localidad en la que residamos y nuestros intereses, existen diferentes proyectos solidarios, medioambientales y de conservación de especies en peligro de extinción donde podemos colaborar.

Internet nos permite localizar alternativas de voluntariado familiar en cualquier rincón, dependiendo de nuestras necesidades. Buscadores como hacesfalta.org proporcionan opciones lo más ajustadas posibles a los parámetros de la exploración.

Un día al mes puede significarlo todo

Muchos de los proyectos solidarios que encontrarás en tu zona organizan actividades de voluntariado en familia un sábado al mes. Puede parecerte mucho o poco, eso depende de cada uno, pero este tiempo te proporcionará emociones, sensaciones, desafíos y experiencias que forjarán la personalidad de todos los participantes.

A la vez que empatizamos con otras realidades, los verdaderos protagonistas de esta experiencia disfrutan de la compañía de personas que se preocupan por ellos. ¿Quiénes son? Menores tutelados a los que les brindamos la oportunidad de conocer el funcionamiento de una familia estructurada, personas discapacitadas que viven unos momentos de integración mientras sus cuidadores habituales pueden disfrutar de un respiro, ancianos a los que acompañar para hacer más llevadera la soledad de su día a día.

También podremos encontrar quehaceres relacionados con la conservación del medioambiente como la participación en plantaciones de árboles o recogidas de basura, o colaborar con alguna protectora de animales, si las mascotas son nuestra pasión.

Vacaciones solidarias

Otra magnífica alternativa de planes en familia con los que educar en valores a la vez que nos lo pasamos en grande, son unas vacaciones solidarias. Aprovechar los días libres para participar en algún proyecto solidario incluso fuera de tus fronteras. Si llevas tiempo soñando con un viaje de cooperación a Latinoamérica, Asia o África, puedes hacerlo realidad en compañía de tus hijos o hijas a través de un voluntariado familiar.

Hay ONG que se encargan de la puesta en marcha de este tipo de iniciativas. Tú solo tendrás que ocuparte de tener los papeles en regla (muchos países demandan visados u otras documentaciones), el vuelo de ida y vuelta (si es que queréis regresar) y disfrutar todo lo posible de ayudar a los demás.

Valorar lo que tenemos

Además de echar un cable a aquellos que lo necesitan, de fomentar todos los valores que hemos comentado antes y de fortalecer la unidad familiar, estas actividades nos ayudan a valorar lo que tenemos. Con la monotonía del día a día, muchas veces se nos olvida lo afortunados que somos 😀

Nuestra familia es nuestro mayor tesoro. Para cuidar de ella ante cualquier imprevisto es crucial disponer de un seguro de vida. Aunque solo será “por si aca” … Si quieres conocer las modalidades de nuestros seguros, no tienes más que preguntarnos. Estamos aquí para protegerte a ti y a los tuyos.

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