- Sandra Solaguren-Beascoa | #impúlsate
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Todo lo que hagamos durante la juventud va a determinar en gran medida cómo será nuestra vejez
La etapa de la juventud es una de las mejores épocas de nuestra vida. Dejamos de lado la adolescencia y entramos en una nueva fase repletos de vitalidad y muchas ganas de “comernos el mundo”. Disfrutamos de multitud de momentos de ocio con nuestros familiares y amigos y comenzamos a desarrollar lo que será nuestra futura labor profesional dando los primeros pasos en el mercado laboral y teniendo nuestro propio sustento económico. En definitiva, esta etapa (normalmente catalogada entre los 18 y los 25 años) parece el momento ideal para disfrutar y desarrollarse como la persona que nos gustaría ser cuando lleguemos a la adultez.
Siendo este momento tan idílico y, siendo conscientes de que lo que hagamos en esta etapa va a marcar en gran medida cómo será nuestra vida adulta y, en consecuencia, nuestro proceso de envejecimiento, ¿no deberíamos dedicar el suficiente tiempo y esfuerzo al cuidado de nuestro cuerpo y mente? La respuesta es sí, en efecto. Todo lo que hagamos durante la juventud va a determinar en gran medida cómo será nuestra vejez; por lo que si queremos envejecer con calidad de vida (este es el matiz determinante) debemos cuidarnos desde el minuto uno.
Estilo de vida: la clave de envejecer con salud
Pero... ¿qué implica cuidarse? ¿Llevar una dieta restrictiva? ¿No disfrutar de momentos de ocio? ¿Hacer ejercicio de lunes a domingo?... La respuesta es no, si queremos cuidar de nuestro cuerpo y mente (elementos inseparables) debemos mantener un estilo de vida equilibrado y no olvidarnos de los 5 pilares más importantes:
- Mantener un estilo de vida activo. Los seres humanos estamos diseñados para movernos y, por mucho que vayamos una hora al día al gimnasio, si las otras veintitrés las pasamos sentados en una silla, seguiremos siendo personas sedentarias. Incorporar pequeñas píldoras de movimiento (ir caminando al trabajo, subir las escaleras de casa, optar por un escritorio regulable que nos permita trabajar de pie y sentados, dar un paseo en el descanso para comer mientras trabajamos, realizar 5-10 minutos de movilidad al levantarnos de la cama...) y no permanecer demasiado tiempo sentados es clave para construir un cuerpo sano.
- Hacer ejercicio físico: llevar una rutina diaria de ejercicio físico que acompañe a nuestro estilo de vida activo resultará un punto fuerte para mejorar nuestra salud física, mental y social ya que: reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles, ayuda controlar el peso, aumenta la energía, mejora el estado de ánimo, favorece las relaciones sociales, mejora la calidad del sueño...
- Comer bien para vivir mejor. Una sencilla frase que lo resume todo a la perfección. Nuestro intestino es nuestro segundo cerebro; por lo que debemos cuidarle y proporcionarle comida real (alimentos mínimamente procesados, cuyo procesamiento industrial o artesanal no haya empeorado la calidad de la composición ni sus propiedades saludables presentes de manera natural) de manera equilibrada.
- Mantener vivas nuestras relaciones sociales: disfrutar con tus familiares y amistades también es importante si queremos mantener un estilo de vida equilibrado. Por eso debemos disfrutar de estos momentos y no culpabilizarnos por, puntualmente, no cumplir con un estilo de vida “idílico”. La clave está en el equilibrio, en saber disfrutar y en, siendo conscientes de lo que nuestro cuerpo necesita, ser capaces de retomar nuestra rutina cuando lo necesitemos.
- Dormir bien: tener un sueño de calidad es importante si queremos mantener el resto de pilares coordinados en perfecta armonía (en este otro artículo ya hablamos de ello). Tenemos que intentar ajustarnos a los ciclos de luz-oscuridad para favorecer un mejor descanso. Para ello, durante las horas de oscuridad (cuando vamos a dormir) debemos minimizar cosas como: la exposición a la luz azul (principalmente emanada por aparatos electrónicos: móviles, ordenadores, televisores...), los sonidos estridentes, cenar tarde y con poco margen entre la ingesta y el momento de acostarse, realizar ejercicio físico intenso a última hora del día... (entre otros).
Y ya sabes, si aun así te quedan dudas, el equipo de expertas y expertos entrenadores de MAMIFit y los médicos de los seguros de salud de Tomamos impulso te ayudarán a elaborar una rutina equilibrada y saludable que se ajuste a tus intereses y necesidades. Todas estas estrategias te servirán para adoptar unos buenos hábitos que te ayudarán a mejorar tu salud y calidad de vida ahora y siempre.
Más sobre mí
Sandra Solaguren-Beascoa. Graduada en CAFyD (Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte). Especialista en salud, entrenamiento y mujer. Doctoranda en Biomedicina en la Universidad de Granada. Entrenadora e investigadora en MAMIfit.
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