- 3 min de lectura
Acabas de recibir la nómina y ¡sorpresa! Nadie te había advertido de la diferencia entre salario bruto y salario neto. Dos términos que si no se tienen claros pueden llevar a confusión. Y es que, sí, un salario es un salario, pero bruto y neto NO son lo mismo. De hecho, dependiendo de las circunstancias puede haber una enorme variación.
Es normal que antes de tener el primer trabajo no conozcas las singularidades de cada uno de ellos, o que después de años en la misma empresa se te hayan olvidado algunas de las variaciones y ya no te preocupes tanto por entender la nómina. Pero hay algunos aspectos básicos de los que todos debemos estar al tanto y que nos vendrán muy bien para valorar un posible cambio laboral o solicitar alguna subvención. Así que, vamos a aprovechar estas líneas para evitar posibles embrollos futuros. ¡Que no te cojan desprevenido!
Hablemos de conceptos
Para esclarecer las ideas, debemos conocer qué representa realmente cada concepto. Partiendo de que el salario es la retribución fijada a cambio de un trabajo, ¿por qué suele ir acompañado de los apellidos Bruto y Neto? Pues, porque la vida no es tan sencilla como a veces imaginamos y el salario de un empleado conlleva mucho más de lo que el propio asalariado percibe en su cuenta a final de mes (quincena, semana, día... dependiendo de la periodicidad establecida en su contrato). Así que, ¡vamos al lío!
- Salario bruto. El dinero que la empresa paga a un trabajador antes de aplicar las retenciones e impuestos correspondientes.
- Salario neto. La cantidad que le llega al trabajador a su cuenta. Lo que la empresa realmente paga (salario bruto) menos las retenciones que se hayan aplicado.
¿Por qué hay confusiones?
Así explicado parece sencillo, ¿verdad? Pero lo cierto es que la diferencia ente el salario bruto y neto suele llevar a confusión en multitud de casos. Las empresas, por lo general, te hablarán siempre de salario bruto anual. Pero los trabajadores tendemos a pensar de forma inconsciente en el salario neto, que es de lo que realmente vamos a disponer para nuestros gastos y ahorros.
Si queremos impedir desconciertos innecesarios es importante asegurarnos de que hablamos el mismo idioma. Es decir, poner siempre el apellido para que las cosas queden cristalinas como el agua.
Imagina que en una entrevista de trabajo te preguntan por el salario que tienes en mente cobrar y lanzas una cifra pensando en lo que tú quieres llevarte cada año al bolsillo, mientras la empresa interpreta el bruto (que es como se suele hablar). Mal vamos ¿verdad?
Por otro lado, tendrás que saber qué retenciones aplican a tu salario. Este punto es algo más complejo porque dependiendo de las casuísticas de cada persona serán diferentes.
Principales diferencias
Para evitar que tengas que jugar a buscar las diferencias en tu nómina, vamos a desgranarte todo lo que de forma habitual se le resta al salario bruto para obtener la cuantía del salario neto.
- Cotizaciones Seguridad Social. Son los pagos realizados por los empleadores para garantizar a sus asalariados el derecho a recibir prestaciones sociales. De este modo los trabajadores podrán acceder a una baja, la prestación por desempleo o la jubilación. Si quieres entender la nómina, fíjate en sus especificaciones y podrás observar la cuantía destinada a la cotización por accidente de trabajo o enfermedad profesional, cotización por contingencias comunes, cotización por desempleo o formación profesional. La suma de todas ellas representa las cotizaciones a la Seguridad Social.
- Retenciones por impuestos. Otro de los importes que debemos restar al salario bruto es la retención por IRPF. Este impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es proporcional y progresivo según lo que se ingresa. Es decir, quién más gana, más paga. Son los famosos tramos de IRPF de los que ya hablamos al repasar las novedades de la pasada declaración de la renta. De momento se mantienen, así que puedes encontrarlos aquí. Además, también atenderá a otras casuísticas como la edad, posibles discapacidades, el número de hijos a tu cargo o si tienes personas mayores de 65 viviendo en tu hogar.
Y no, una subida de sueldo bruto nunca podrá representar una bajada en el neto, porque como mencionamos en el párrafo anterior, la retención por IRPF es un impuesto progresivo que se aplica por tramos. Así que no te dejes asustar por viejas leyendas urbanas. Igual la subida del neto no es tan cuantiosa como la del bruto, pero algo más sí que cobrarás.
La Agencia Tributaria cuenta con un programa para el cálculo de retenciones por IRPF. Puedes comprobar si te la están aplicando correctamente. Si no fuera así, puedes pedir al departamento de recursos humanos que te la ajusten o te verás beneficiado/perjudicado en la próxima declaración de la renta.
Y ahora que podemos entender la nómina...
Qué hacer con tu salario, solo te atañe a ti. Tendrás tus gastos (mayores o menores), tus caprichos y movidas, pero recuerda preocuparte también del ahorro. Para facilitarte la gestión de todo ello, en Tomamos impulso ponemos a tu disposición la Cuenta Próxima. Tres productos conectados entre sí con los que ahorrar con cierta rentabilidad a la vez que tu dinero está siempre disponible. ¿Qué más se puede pedir?
Más artículos sobre: