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El debate sobre si dar paga a los niños y adolescentes es un tema que genera bastante controversia. Nosotros no estamos aquí para posicionarnos del lado de los defensores ni de los detractores. Esta es una cuestión muy personal, que cada familia debe abordar de forma individual. Nuestra misión es otra bien distinta: ayudar a que la denominada “paga” sea considerada, por quienes decidan emplearla, como una herramienta de educación financiera.
Una asignatura pendiente
No hay mejor forma de entender la economía que gestionar el dinero propio. Claro está que no vamos a dejar a nuestros descendientes la responsabilidad de manejar las finanzas de la familia. ¡Aún no nos hemos vuelto locos! Pero que los peques (y ya no tan peques) controlen sus propias cuentas, nos da la oportunidad de que comprendan cómo funciona esto de las finanzas (aunque sea a pequeña escala).
La educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente que no solo hay que mejorar en las escuelas. Desde casa también tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos e hijas conocimientos económicos básicos.
La paga es un recurso muy efectivo a la hora de explicarles cómo gestionar el dinero o la importancia del ahorro. ¡Estarán viviendo en primera persona el mundo de las finanzas!
Administrar los ahorros, un reto real
Jugar a hacer la compra, una partida de Monopoly o cualquier otra actividad de simulación relacionada con el dinero puede servirnos de ayuda para que niños y niñas comiencen a operar, pero todas estas acciones se quedan algo cortas a la hora de aprender a ahorrar.
La realidad es mucho más compleja que una partida de cualquiera de estos juegos. Administrar los ahorros precisa de tiempos más largos y de tentaciones y amenazas reales. No es lo mismo resistirse a comprar una calle ficticia que un paquete de cromos, una bolsa de patatas o las sneakers de moda.
Cómo convertir la paga de los niños en una herramienta educativa
Para que el dinero tenga el valor que le corresponde y la paga funcione como un recurso educativo, hemos de poner sobre la mesa una serie de reglas que todos debemos respetar. Estas son algunas recomendaciones que te pueden servir de guía:
- Fijar una cuantía. Este punto dependerá de la edad y de lo que cada familia se pueda permitir. No es lo mismo la paga de niños de 8 años que la paga de adolescentes de 17. Eso sí, para poder iniciarse en esto de gestionar algo de dinero, los pequeños beneficiarios deben tener unas nociones básicas de matemáticas. ¡Qué menos que saber sumar y restar!
- Determinar una periodicidad. Esta suele ser semanal, pero todo dependerá de cómo consideremos que se van a apañar mejor. Lo importante es que sepan hasta cuando no tendrán el siguiente ingreso. ¡Es una cuestión de organización!
- Clasecilla previa. El dinero no cae del cielo ni es un recurso ilimitado. Antes de recibir la paga hay que explicarles y asesorarles. Ayudarles a entender el valor del dinero y a establecer unas pautas de ahorro. Mucha comunicación también en esto de la economía.
- Confiar en su gestión. Una vez explicada la teoría, debemos dejar libertad para que pongan en práctica lo aprendido. Recuerda que los errores también forman parte del rodaje y les ayudarán a ir perfilando sus decisiones económicas.
- Dejar de pagar ciertas cosas. Recibir un dinero periódico conlleva responsabilidades. Podemos hacer una lista en la que dejemos bien clarito las cosas que dejaremos de pagar. Chuches, salidas, caprichos de ropa... Todo dependerá de la edad y la cuantía establecida. La paga de los adolescentes tendrá que dar para más si queremos que asuman y gestionen todo su ocio.
- Predicar con el ejemplo. Hemos de ser su modelo a seguir. De nada sirve animarlos al uso responsable del dinero si nosotros somos más de la cuadrilla del despilfarro. Aunque sean nuestros ingresos y los ganemos con el sudor de nuestra frente, debemos controlarnos ante los caprichos y dar ejemplo de esfuerzo.
Beneficios de esta técnica
Si no creyéramos en las bondades de la paga como potente herramienta de educación financiera, no estaríamos gastando nuestro tiempo ni el vuestro en hablar de ella. Aquí van algunos de sus principales beneficios.
- Apreciar el valor del dinero. Darse cuenta de lo que cuestan las cosas, la cantidad de moneditas (o billetes) que hacen falta para conseguir eso que queremos.
- Fomentar la responsabilidad. Les ayudará a comprender que no se puede gastar más de lo que se tiene. Hay que saber gestionar el dinero para que no se acabe.
- Entrenar la paciencia. Comprender que en este mundo de inmediatez no siempre podemos conseguir lo que queremos al instante.
- Comprar con cabeza. Cuando uno tiene que rascarse el propio bolsillo para comprar algo, pica más. Vamos que si pica. Seguro que se lo piensan más de dos veces, trabajando el autocontrol y la reflexión.
- Planificar gastos. Los chavales podrán organizar sus planes y gastos en función de la asignación que tienen fijada. Podemos ayudarles a elaborar un presupuesto anual. ¡En este artículo tienes las claves si no sabes por dónde empezar!
- Aprender a ahorrar. Está en nuestras manos hacerles entender que una parte del dinero recibido debe ser destinada al ahorro.
Otras formas de que l@s chiquill@ tengan su propio dinero
Entendemos y respetamos a quienes no compartan la decisión de asignar una paga a adolescentes y pequeños, porque sí. No somos partidarios de relacionar esta retribución con la colaboración en las tareas del hogar. Esa responsabilidad debe ser de todos los habitantes de la casa y ninguno cobra por ello. Pero hay otras formas de que nuestros hijos e hijas tengan ingresos y puedan empezar a administrar su dinero. Os dejamos algunas ideas.
- Aprovechar los cumpleaños. Alguno de sus regalos de cumpleaños puede ser algo de capital. De este modo, también podrán gestionar sus gastos y administrar los ahorros.
- Ratoncito Pérez. Pequeñas aportaciones que les ayudarán a aproximarse a sus primeras finanzas.
- Tareas que se salgan de lo habitual. Lavar un coche, cuidar a un primo o un vecino Ayudas que pueden tener su recompensa.
- Fomentar el emprendimiento. Animarlos con las ideas de pequeños negocios que puedan tener en la cabeza. Una tiendecita de pulseras, vender dibujos o piedras pintadas, pasear perros. ¡Nunca se sabe!
Aprender a ahorrar para el futuro
Ahorrar con un objetivo a medio plazo está muy bien, pero también se debe mirar más allá. Para aquellos que quieran establecer un plan de ahorro a largo plazo, para que el día de mañana no traiga sorpresas, Tomamos impulso cuenta con Integra 5+, un instrumento de ahorro con exención fiscal. ¡Nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en el futuro!
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